El río Veiga se encuentra en el ayuntamiento de Guitiriz dentro de la comarca de Terra Cha (Lugo). Lo podemos descubrir de forma cómoda caminando por la Ruta del Agua a su paso por Guitiriz, donde los paisajes dominantes son las praderas agrarias, matorrales y el propio bosque de ribera donde predominan árboles autóctonos como alisos, sauces, abedules o robles.
El Veiga desemboca en el río Parga, que a su vez forma parte del Espacio Natural de la Red Natura Parga-Ladra-Támoga que ocupa una superficie de más de 4.900 ha, incluidas en la provincia de Lugo. Este espacio natural incluye los tramos fluviales de mayor orden jerárquico de la Cuenca Alta del río Miño, extendiéndose desde los cursos fluviales por pequeñas superficies configuradas por diversos tipos de humedales, bosques y paisajes agrícolas tradicionales.
Esta Zona de Especial Conservación alberga una gran diversidad de especies de interés para la conservación. Cabe destacar la flora asociada a los humedales entre las que se incluyen poblaciones de la especie prioritaria Eryngium viviparum, así como varias especies de narcisos.
Entre los invertebrados de interés, cabe destacar la presencia del caballito del diablo azul Coenagrion mercuriale, la libélula Oxygastra curtisii, el caracol de Quimper, el ciervo volante o la madreperla de río. Uno de los grupos mejor representados en este ZEC son los anfibios: podemos observar el 90% de las especies de anfibios de interés para la conservación de los espacios Red Natura 2000 de humedales y corredores fluviales de Galicia. Algunos ejemplos son: el sapo partero, el sapo corredor, la salamandra rabilarga, el sapillo pintojo, la rana de San Antonio, la rana patilarga o el tritón jaspeado. Algunos de los cauces fluviales de este espacio de la Red Natura todavía albergan joyas de nuestra fauna como el desmán ibérico, la nutria o el gato montés.
¡Nos vemos en el río!
Fue un día de octubre cuando viajamos a Guitiriz en busca de un lugar adecuado para realizar las actividades del programa de educación ambiental «Me Gusta Mi Río» con las alumnas y alumnos del CEIP Plurilingue Lagostelle.
Siguiendo las amables y acertadas recomendaciones de Juan Carlos (profesor del cole y buen conocedor del territorio) visitamos varias localizaciones con gran potencial para ser el lugar elegido. En un principio visitamos dos lugares preciosos a orillas del río Parga: el “Área Recreativa da Carballeira de Parga”, en Pobra de Parga y el entorno de la Capela de San Alberte, en la parroquia de San Breixo de Parga . Ambos lugares nos parecieron muy buenos para poder realizar las actividades de Me Gusta Mi Río, pero nuestra opinión cambió cuando visitamos el tercero de los lugares recomendados, pues éste último lugar nos pareció excelente: el entorno del Área Recreativa de Sete Muíños, en el río Veiga, un pequeño río que forma parte de la cuenca del Parga.
Esta zona se conoce bajo la denominación de Sete Muíños porque se concentran en ella cinco molinos, dos de ellos con dos “moas”, de modo que entre todos suman siete “moas”. Además hay una red de senderos (que forma parte de una ruta de senderismo), así como diferentes infraestructuras como puentes y un parque biosaludable. Es un excelente lugar para disfrutar aprendiendo de la biodiversidad presente y de cómo el ser humano puede hacer un uso sostenible de los recursos al tiempo que mantiene los beneficios que el ecosistema del río nos proporciona: energía para la molienda, protección contra inundaciones, regulación del clima, agua potable, zonas de recreo, deporte, salud, biodiversidad…
Y es que aquí la biodiversidad es apabullante. Diferentes intensidades y tonos de color verde dominan el paisaje: árboles, arbustos, helechos y musgos acompañan el cauce del río por el que las aguas del Veiga discurren apresuradas formando saltos y recodos de gran belleza.
Entre la vegetación arbórea están presentes especies como alisos (Alnus glutinosa), robles (Quercus robur), saúcos (Sambucus nigra), sauces (Salix atrocinerea), abedules (Betula celtiberica), arces (Acer pseudoplatanus), fresnos (Fraxinus angustifolia) y castaños (Castanea sativa). Bajo ellos asomaban multitud de coloridas setas como boletus, cantarelas, peidos de lobo, paxillus, lactarius, lacarias…
Sobrevolando las copas de los árboles, entre sus intrincadas ramas, o posados en el suelo del bosque pudimos observar legiones de pequeñas aves moviéndose sin cesar en busca de alimento: reyezuelos (Regulus regulus), chochines (Troglodytes troglodytes), pinzones (Fringilla coelebs), carboneros garrapinos (Periparus ater), carboneros comunes (Parus major), Herrerillos comunes (Cyanistes caeruleus), Herrerillos capuchinos (Lophophanes cristatus), trepadores azules (Sitta europaea), camachuelos (Pyrrhula pyrrhula), mosquiteros (Phylloscopus sp), mirlos acuáticos (Cinclus cinclus), mirlos comunes (Turdus merula), lavanderas cascadeñas (Motacilla cinerea), picos (Dendrocopos major), arrendajos (Garrulus glandarius) y ratoneros (Buteo buteo) fueron algunas de las especies observadas.
Para que tengáis más información de los habitantes de vuestro río, iremos publicando periódicamente descripciones y curiosidades de algunos de ellos. ¡Nos vemos en el río!
El viernes 25 de octubre visitamos el CEIP Plurilingue Lagostelle en Guitiriz para presentar el programa Me Gusta Mi Río a los alumnos de 5º y 6º de primaria que participarán en este programa de educación ambiental promovido por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil.
Antes de comenzar la presentación nos ayudaron a preparar los materiales los alumnos y alumnas quienes se fueron organizando, con la ayuda del profesorado, para traer las sillas y distribuirse en ellas. Buen comienzo, pues en las visitas al río deberán trabajar en equipo y por lo que se ve, se les da muy bien.
Los participantes llegaron con muchas ganas de aprender, como así demostraron tanto por su actitud, por sus preguntas así como por el hecho de que muchos de ellos acudieron a la charla con libreta y lápiz para tomar notas. Manuel realizó la presentación del programa introduciendo a los alumnos en la importancia de cuidar nuestros ríos, hablándoles del agua y la importancia que tiene para la vida, del ciclo del agua, de los ríos y de las múltiples acciones que podemos realizar a diario para ayudar a cuidarlos. Durante la presentación hubo tiempo para la distensión y las risas ante alguno de los ocurrentes comentarios que realizaron algunos alumnos ante las preguntas de MISI.
También lo pasamos muy bien con los participantes en la realización del juego en el que tuvieron que demostrar sus conocimientos para convertirse en cuidadores y cuidadoras de ríos. Los participantes seleccionados debían abrir unos sobres en los que se encontraban ocultas diferentes imágenes: 10 con elementos positivos para el río y otros 10 que representaban elementos perjudiciales. Una vez abierto cada sobre debían mostrar la imagen a sus compañeros y entre todos decidir si ese elemento era perjudicial o positivo para nuestros ríos. El resultado fue excelente y demostraron un gran conocimiento del medio que les rodea, aunque hubo algunas dudas sobre todo con la nutria, que generó un pequeño debate, al ser depredador de las truchas (entre los asistentes se encontraban pequeños grandes pescadores). Al final hubo acuerdo: las nutrias pescan para sobrevivir y son indicadoras de la buena calidad y salud de nuestros ríos, los humanos pescamos por deporte… lo importante es cuidar los ríos y así habrá truchas para todos. Otros de los elementos que llamaron la atención fue la concha de madreperla de río, así como la huella de zorro.
Al final de la presentación los alumnos alumnas pudieron conocer algunos ejemplos de las actividades de investigación que se realizarán en el río Veiga, lugar conocido por la mayoría de los asistentes.
Finalmente se hizo entrega del correspondiente material de investigador: mochila, camiseta, lanyard, gorra, lápiz y cuadernillo del naturalista.
¡Nos vemos en el río!
El 27 de abril comenzamos las actividades en el río con las alumnas y alumnos del CEIP Lagostelle de Guitiriz, en el hermoso paraje de «Os Sete Muíños» en el río Veiga, afluente del Ladroil y este a su vez del río Parga.
En esta zona el río presenta un extenso bosque de ribera bajo el cuál desarrollamos las actividades en las 4 estaciones de investigación en las cuales los participantes, trabajando en equipo, realizarían diferentes actividades relacionadas con la temática de cada estación de investigación y anotarían los resultados obtenidos en su magnífico Cuadernillo de Campo diseñado específicamente como elemento de aproyo al aprendizaje en este proyecto.
Nosotros llegamos hora y media antes al río para prepararlo todo: mesas de investigación, zona de descanso y depósito de mochilas, zona de merienda, preparación de materiales para los distintos experimentos y colecta del material biológico necesario para algunas de las estaciones: anfibios, reptiles, hojas de diferentes especies arbóreas, etc. Durante la preparación tuvimos la oportunidad de observar un par de corzas, así como un hermoso mirlo acuático.
Las distintas actividades que teníamos preparadas en las cuatro mesas de investigación hicieron las delicias de los niños y niñas y al finalizar la actividad nos comentaron que se lo pasaron genial y que, pese a conocer el lugar donde realizamos la actividad, nunca se hubiesen imaginado que allí hubiese tanta biodiversidad: una de las cosas que más les llamó la atención fue la gran cantidad de macroinvertebrados acuáticos que se ocultan bajo las aguas de su río, destacando la presencia de los negros y dorados plecópteros, las llamativas larvas de libélula y el impresionante insecto palo acuático, Ranatra linearis.
También disfrutaron con los experimentos de la estación del agua, los análisis físico químicos y el conocimiento de las especies arbóreas de su río así como la observación de dos especies de anuros característicos de su río, la rana patilarga y la rana bermeja.
¡Nos vemos en el río!
Dice el refrán que «en abril aguas mil», pero también que «hasta el 40 de mayo no te quites el sayo». Este año el tiempo no está dando tregua y aunque no hace demasiado frío, las aguas mil parecen haberse trasladado a este mes de mayo, por lo que tuvimos que posponer la actividad programada. Finalmente, y tras comprobar varias veces las predicciones, conseguimos realizar las actividad el 19 de mayo, un día que ameneció con mucha niebla cuando llegamos hora y media antes al río para preparar las mesas de investigación y merienda, y recoger todo el material biológico necesario. Para cuando llegaron los chicos y chicas del cole Lagostelle, ya el sol había asomado y hacía una temperatura agradable que conforme fue pasando el tiempo fue subiendo hasta alcanzar unos estupendos 25 grados.
Como en los restantes colegios, la segunda actividad en el río con formato gymcana tuvo un gran éxito y los participantes se divirtieron un montón al tiempo que recordaban conceptos aprendidos en la primera visita y ampliaban su conocimiento sobre la importancia de los ríos y el cuidado que les debemos. Además en esta ocasión a los alumnos les esperaba una agradable sorpresa, pues pudieron observar una de las joyas de este río y analizar los rastros de otra. La joya que pudieron observar en un acuario fueron 3 ejemplares de salamandra rabilarga (Chioglosa lusitanica) especie endémica del noroeste peninsular, con sus mayores poblaciones localizadas en Galicia, sobre todo en su franja atlántica. También conseguimos localizar excrementos de nutria. Además pudieron contemplar dos especies de reptiles que hicieron las delicias de los niños y niñas, al menos de la mayoría, un lución y una culebra viperina. La culebra viperina apareció en el momento más inesperado, al final de la actividad cuando los niños y niñas gritaban a todo pulmón la frase secreta que habían descubierto después de haber superado las pruebas de la Gymkana: ¡CUIDAMOS EL RÍO!
¡Nos vemos en el río!
El 11 de junio nos dirigimos al CEIP Plurilingue Lagostelle en Guitiriz para desde allí dirigirnos a la primera de las actividades que teníamos preparada en esta última actividad del proyecto Me Gusta Mi Río: la visita de la ETAP de Guitiriz.
En la ETAP nos recibió muy amablemente el técnico de medio ambiente del ayuntamiento, José Cornide. Allí nos explicó que esas instalaciones van a ser pronto modernizadas y ya se ha adjudicado su reforma integral. Pero las actuales instalaciones resultaron ser un valioso recurso didáctico donde los niños y niñas pudieron ver de cerca los distintos tratamientos a los que es sometida el agua para que llegue potabilizada a sus casas. Una de las etapas que más les llamó la atención fue la filtración a través de depósitos de arena, la cual pudieron ver e incluso tocar. José Cornide explicó todos los procesos de un modo muy conciso y didáctico y los niños y niñas quedaron muy contentos con la visita, en la que además pudieron relacionar muchos de los procesos vistos con actividades que ya habíamos realizado en el río: ejemplo de depuradora natural y análisis físico químicos del agua.
Desde la ETAP nos dirigimos a nuestro punto de actividades en el río Veiga, en la zona de Sete Muíños. Una vez allí entregamos los carnés de cuidadores y cuidadoras de ríos que los niños y niñas recibieron con gran ilusión. Posteriormente, y tras recordar el lema del Día Mundial del Medio Ambiente celebrado el sábado anterior, procedimos a colocar una caja nido como acto simbólico grupal en favor de la biodiversidad de ese tramo del río.
Después de reponer fuerzas con un almuerzo continuamos con las actividades y juegos hasta que llegó el momento de la despedida. Ha sido un placer compartir con vosotros estos 3 días aprendiendo a cuidar los ríos y comprobando que sois unos grandes defensores y defensoras de la naturaleza con muchas ganas de aprender y actuar.
¡Muchas gracias a todos y todas por vuestra participación y por cuidar de los ríos!